Mas cuadros y poesías.

Poesías publicadas en mi libro "Petalos de sentimientos"



PENSAMIENTO AL HOMBRE DE CAMPO
CAMPO ENTRERRIANO.
“Al nono y al Tío Carlos”.

Caminado por la tierra donde he nacido
el ocaso me encontró mirando el cielo
observaba ese cambio de colores
que eternamente se unirían
como si fuese un acto de amor calmo y sagrado

Embriagada por el olor a campo fresco,
lleno de fragancias de variadas flores
y por el heno recién cortado,
me recosté en un colchón de tréboles.

La luna estaba allí, la observé fijamente
sentí que me embrujaba,
ella también me miraba, creí me sonreía
éramos nosotras dos en comunión de paz
por la naturaleza.
me la imaginé bailando con las incontables estrellas
en un mar azul calmo, eternamente mío
Así desaparecí del mundo y fui feliz por un momento.
Disfrace en un instante la pesadez de la vida
imagine a esos labriegos arando su amada tierra
recogiendo su fruto, o llorando su perdida
sus manos grandes ásperas y su cara joven arrugada
por el tórrido sol de los veranos agobiantes
o los vientos helados de los crueles inviernos
ese hombre sufrido, alegre, calmo, hospitalario
que ofrece su mano si tú la necesitas
y sentí placer al escuchar sus canciones
Por sus ríos, por su tierra.
Si, su tierra, que gozan al plantar la semilla
y la ansiedad al esperar la cosecha.

Ese instante con la luna y la soledad seria eterna
Llegue triste y me levante de esa suave cuna con otros
pensamientos
Camine disfrutando del campo de mi infancia
Silencio, se hizo silencio
La música cesó
El canto del grillo adoro el ambiente
guiada por la luna y los bichos de luz
llegue a la casa de mi abuelo
De donde vienes?
De estar con mi tierra y con la vida

Dios y su naturaleza
El día y la noche
la luna, el sol, el viento y la lluvia
dicen: Bendito eres hombre de campo.!



EL BESO



Que beso me diste!
Sentí escalofríos,
que el mundo era mío.
También me alejaba,
como si flotara.
Siguiendo un abrazo,
tan fuerte y profundo
que estaba en otro mundo.
El tuyo.
El mío.
Solamente nuestro.

Ese beso y ese abrazo,
que me transportó hasta el cielo.
No lo olvido, ni lo quiero,
son recuerdos de energía,
como si el cielo se abriera,
entrando la luz perfecta,
de Dios en nuestras vidas.