domingo, 4 de julio de 2010

VOLAR A LOS CINCUENTA

Quisiéramos volar muy lejos
No es cierto?
Quisiéramos volar muy alto
y disfrutar muchas cosas,
que aquí pegados en el suelo
no podemos disfrutar.
Para observar desde arriba,
aquello que desde abajo,
aunque miremos muy lejos,
no lo podemos mirar.
Guiaríamos nuestras alas,
miraríamos los más bello,
y las ramas de algún árbol,
sostendría el cansancio.
Miraríamos el cielo
y también la bella tierra.
Seríamos poderosos
con solo mirar estas cosas.
La tonalidad del cielo,
cuando sale el sol y oculta.
Los verdes de todos los campos
con todos sus contrastes
y huiríamos de ese ruido
que hace el gigante de piedra,
él que adormece las mentes
de los hombres de esta tierra.
La ciudad sus amarguras.
La soledad en compañía.
La tristeza de los días,
lleno de gentes esquivas.

Pero allá en la lejanía,
aire fresco se respira.
Volar con propias alas,
es una dicha que solo,
los pájaros de esta tierra,
los invisibles ángeles,
pueden hacerlo.
Solo ellos.

Solo nos queda una cosa.
Volar con la fantasía.
Imaginando la vida,
como quisiéramos verla.
De ahora en adelante,
imagínate las cosas,
piensa que sos un pájaro.
Vuela, vuela, vuela,
y consigue lo que quieras.
Porque esta edad es hermosa,
y suceden muchas cosas.
Solo piensa.
Solo quiere.
Solo date lo mejor.
Que la vida es hermosa.
Solo Dios sabe una cosa.
Hasta donde llegarás.
Y disfruta de esta vida,
que es la parte más hermosa.
Solo te ofrece otras cosas.
Solo toma, no rechaces,
que serás, Yo sé
Feliz.

De mi libro “Pétalos de vida”.

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